martes, 19 de mayo de 2015

Carta del Conde de Lemos a su amigo José Carlos Mariátegui (Trujillo, junio de 1918)

Mi querido José Carlos:
Es usted el único producto biológico que recibe cartas mías. Mi viaje, como habrá Ud. visto por los periódicos ha sido más glorioso que el de Bolívar el año 23. Tengo un par de maletas llenas de coronas de laurel con cinta peruana. No sabe Ud. lo fastidioso que es guardar coronas de laurel con cinta peruana. La corona de laurel con cinta peruana es la suprema síntesis de la admiración de estos pueblos. Mis cinco conferencias de Trujillo me produjeron alrededor de cinco mil soles, pero los he botado con la misma facilidad. Hice llorar al público en mi primera; y en mi segunda conferencia los llegué a sugestionar tanto que se levantaron de sus asientos y escucharon de pie y asombrados mi voz “pastosa y apostolizante”, al decir La industria.
Te abrazo con toda mi alma, cojito genial.
¡Sigo siendo feliz! ¡Oh, José Carlos, tú lo sabes! ¡Tan feliz! Dios que es amigo personal mío, me ayuda y protege y el Ángel de la Guarda me tiene una gran estimación. Te mando algunos periódicos. Habla del triunfo de mi gira en tu periódico. Cossío te puede contar la verdad. Lo emplazo al ronco, esmirriado y buen César a que me desmienta. Abraza a Carlos Guzmán, a Ruiz Bravo, a César Nepomuceno Falcón. Y en cuanto al cholito ese de Fernández: que es un farsante, que me ha tomado el pelo y que él y Criado y Tejada se vayan al Pardo.
Te recomiendo con todo interés, al portador, Alberto Mejía, un excelente muchacho, buen pianista. Protégelo y dale la lata. Se ha portado bien conmigo y eso ha de bastar para quererlo y atenderlo.
Te abrazo con toda mi alma, cojito genial.
Abraham.
Pd. El viernes sigo a Cajamarca. Haz anunciar a todos los diarios del norte que representes, mi viaje. Búscate al corresponsal de Cajamarca y hazle anunciar mi viaje.

sábado, 16 de mayo de 2015

FUNDADOR DE PUEBLOS Y DE IGLESIAS EN LA CIUDAD Y CAMPIÑA DE ICA


Dice la tradición que el venerable varón , fue el fundador de cinco templos en nuestra Provincia Ica: Jesús María, Cachiche, San Joaquín, El Carmen y Guadalupe. Era costumbre muy propia de Fray Ramón, realizar prolongados recorridos por la campiña, hasta que llegó un día al barrio de Cachiche, por el que sentía deseos de conocer, ya que se decía siempre que allí residía la famosa bruja cachichana Melchorita Zugaray, la que hacia comer en un mismo plato a los esposos como perros, pericotes y gatos. Viendo Fray Ramón que este caserio no poseía templo, manifestó a los moradores que era indispensable edificar una casa de Dios, para que las brujas de ese lugar se arrepintieran de sus fechorías.
En otra ocasión, al llegar al hoy Barrio San Joaquín, preguntó a varios niños y después a muchos adultos que salieron a recibirlo ¿Cuál era el nombre de ese lugar? Respondiendo a la pregunta, todos dijeron:Sara Chico, a lo que repitió Fray Ramón, "Saraja Chiquitín" y volviendo a repetir "Saraja Chiquitín", dijo en alta voz, desde hoy te llamarás San Joaquín. Todos los que oyeron las palabras de Fray Ramón, las propagaron  y desde ese día se le conoce como San Joaquín, la barriada que después de más de 180 años conserva cariñosamente el nombre que le dio Fray Ramón Rojas.
En otra oportunidad hubo de volver a San Joaquín y al pasar por un corral, oyó cantar a una gallina, tal como si fuera gallo, y acercándose a la puerta de la casa, dijo a la dueña: " hija, tu gallina negra a cantado en tu corral y donde canta el gallo no debe cantar la gallina, mátala y cómetela si es que no quieres que tengas una desgracia". La mujer lo hizo así y más luego al comentar la gente lo dicho por Fray Ramón, se hizo común en toda la campiña de Ica, gallina que cantaba era inmediatamente muerta y en algunas veces aderezada y comida con harta pimienta y algún poco de cachina o de vino, a fin de desviar cualquier desgracia.
Prosiguiendo en su costumbre Fray Ramón, otro día emprendió caminata al hoy Distrito de Salas (Guadalupe), sector al que se le conocía como Pampa de los Castillos, al llegar a un rancho junto al que había un Huarango y un Toñuz, la humilde casa donde moraba un negro que había dejado de ser esclavo. Entablada una amena charla , el moreno invita al santo pastor a tomar asiento, hasta que Fray Ramón le pide un poco de agua. Servida el agua en un poto lustroso y tallado, bonito y amarillo, la plática prosigue interesante, hasta que Fray ramón le dice: "Hermano, saca de la esquina del Toñuz un crucifico que está enterrado"
El hombre se quedó estático sin saber que hacer e insistiendo Fray Ramón sale apresuradamente a desenterrar  el pequeño Cristo y luego se lo entrega. Al inquerirlo el Padre sobre el motivo que le indujo a hacer tal cosa, el liberto manifestó que se había decidido a ello en vista de que como su casa no tenía seguridad para guardarlo, optó por enterrarlo. Inmediatamente el seráfico Fray ramón le dijo: "Ponlo hermano en la mesita y verás que nadie lo tocará y menos intentará robarlo". Este hombre negro, sencillo y humilde hizo lo que el sacerdote le indicó.
Prosiguiendo la conversación, le manifestó que les dijera a todos los vecinos que el domingo volvería a ese lugar para tratar con todos ellos sobre el propósito de construir un templo. Llegado el día domingo, toda la gente de esos contornos lo esperaron, cuando Fray Ramón apareció lo recibieron con alegría, recogimiento y admiración. Lo acogieron en tan humilde y desguarnecido poblado de indios y de negros libertos. Pero lo cierto es que ese domingo memorable cientos de personas reunidas en las más humilde casa de un negro liberto, maltratado y creyente, sirvió como escenario espléndido para el nacimiento de un pueblo que iba a surgir de la verde flora y el inmenso arenal.............(Continúa )
Fragmento del artículo escrito por Don: Cornelio Quijandría Alvarez, y publicado en la revista semanal "Tiempos" ( noviembre de1963)

jueves, 7 de mayo de 2015

Anécdota (El alumno Faloncio Vergaray)

ANÉCDOTA DE LA PRIMERA PROMOCIÓN DE PSICOLOGÍA DEL ALAS PERUANAS
EL ALUMNO FALONCIO VERGARAY


Nadie se paró cuando entré al salón. Era más joven que ellos (ahora es todo lo contrario), pensaron que se trataba de un alumno (Lizeth me dijo parecía un pastor evangélico por mi camisita blanca y mi corbatita azul). Hice una pequeña prueba de entrada: Qué horror eran las respuestas, había uno que había puesto (o no c...) que el Quijote había sido escrito por Abraham Valdelomar, la otra que Pedro Calderón de la Barca era un gran ingeniero...leí con cierto pudor y risa sus respuestas. Qué hacia allí, con jóvenes que no querían leer nada de literatura, solo libros de Psicología. En mi mayor candidez les dije que si no leían el libro tal, no entrarían a clase. Por supuesto que nadie leyó. Tuve que agenciarme de otras armas: la risa. Poco a poco fueron leyendo, poco a poco los fui leyendo, eran chicos extraordinarios, leyendo cosas ordinarias o libros de autoayuda: Mi novia se murió pero me casé con su mamá; Quién se comió mi queso porque tenía veneno para el pericote o el padre de mis hijos está enamorando a mi mujer...poco a poco fueron leyendo, algunos les gustó la historia de un asesino que mataba a su amante, a los otros un hombre que espera toda su vida a una mujer para casarse, tuve avances al menos sabían que el quijote lo escribió miguel de cervantes, entonces pensé que ya era momento de que escribieran un cuento...de manera inocente les dije que mandaran sus textos a mi correo y que esa era la práctica...llegó el último día y los textos llegaron de manera torrencial, pero había uno que llamó mi atención desde el principio. No tenía nombres ni nada que lo hiciera visible. Solo un pseudónimo que no negaré me hizo matar de la risa. Falonciovergaray@hotmail.es. me reí, abrí el archivo. La historia era apasionante, una psicóloga (docente) raptaba 4 alumnos y los hacía tener una experiencia sexual de los mil demonios. Qué historia bien escrita, caray, me dije, he descubierto un genio, este alumno no debería estudiar psicología, debería irse a estudiar a Madrid o Barcelona, ciudades donde valorarían su talento. Llegué al aula,les pregunté quien había escrito el cuento "La terapeuta rompe columna" rieron todos a carcajada, volví a preguntar de manera más seria quién había escrito ese cuento. Al instante pensé que el que había escrito ese portento podría asustarse, entonces, cambié el tono, y pedí por favor que de manera callada se acercara al terminar la clase, porque era un gran texto, que tenía que conocerlo, hablar con él, preguntarle por su técnica...pero nada, semana tras semana vagué, caminando pensando en ese genio, pero nada, nada, nada. Se fue mi oportunidad de conocer a un genio, nunca me escribió otra vez, quizá no me creyó que tenía una pluma de los mil cojones...
de todos modos le agradezco haberme demostrado que para escribir gran literatura no tienes que estudiar literatura, sino observar los deseos y ansias de un ser humano y con el arte de la palabra recrearlo, le agradecí porque fue una gran lección sobre mis prejuicios de no encontrar a un gran escritor que fuera mi alumno, si tú, faloncio lees este texto, va dedicado a ti, a quien nunca pude entregarle el libro del marqués de sade para que fueras mi amigo o mejor tu hincha.
GRACIAS ALUMNOS DE PSICOLOGÍA POR TODOS ESTOS AÑOS DE RISA...PERDÓN SI ALGUNA VEZ ME PUSE FURIOSO PARA QUE LEYERAN, CREO QUE MUCHOS SE VOLVIERON LECTORES EN ESAS HORAS EN QUE LA LITERATURA ERA UN PRETEXTO PARA HABLAR DE LA VIDA...LES ESCRIBIÓ ESTE TEXTO EL PROFESOR CÉSAR, MÁS CONOCIDO EN LOS CÍRCULOS MÁS ÍNTIMOS DE LA ESCUELA COMO EL CAPITÁN TRISTEZA.

                                              (César Panduro Astorga, Ica 1980)

Entrada destacada

EL ORO DE LA OLLERIA

Esta leyenda viene a explicar la historia del Distrito Santa Cruz de Flores. Santa Cruz de Flores, Cañete Perú. Quienes tienen que regar sus...