miércoles, 29 de enero de 2014

Entre Ica y Pisco


En esta oportunidad debo empezar mi viaje imaginario a Pisco, con un párrafo de la historia de la emblemática Institución Educativa “San Luis Gonzaga” (1)
“Durante la ocupación Chilena, el local sirvió de cuartel al ejército invasor. Los muros Sanluisanos han visto las caras demacradas de los iqueños que, por defender el honor nacional, fueron sentenciados a muerte, de cuya portada partía la carreta fúnebre que a toque de tambor fatídico, anunciaba la conducción del reo que iba a ser ajusticiado en las tapias del costado derecho del puente Amantible. Allí fue derramada la sangre de los patriotas iqueños”. Es lógico suponer el trayecto que seguía la carreta fúnebre, iba por la antigua calle Pescadería (hoy conocida como Tacna), llegando al Hospital e Iglesia San Juan de Dios doblaba a la izquierda, para dirigirse por la Calle donde abriera los ojos al mundo Pedro Abraham Valdelomar Pinto (Jirón Arequipa). Ayer me detuve en el lugar recordando la “Oración a la Bandera”. Hablo de aquél Iqueño que escribió en Italia el cuento “El Caballero Carmelo”, Según J.C Mariátegui, “La emoción de su infancia está hecha de hogar, de playa y de campo”. Pasando por el Coliseo Municipal llegamos a la calle Chota, ahí se encuentra el puente Amantible.
Enrique D. Tovar y R, Biógrafo de Fray José Ramón Rojas de Jesús María, en su libro: “El Padre Guatemala” nos cuenta las actividades del  “Apóstol de Ica” en los pueblos vecinos (Cap. XIV). Para irse al norte salió por la calle de San Juan de Dios y se fue hacia la Hacienda Saraja, manifestó su deseo de ver la hacienda con un nombre cristiano, proponiendo el nombre de San Isidro en lugar de Saraja. (Etimológicamente la palabra Saraja deriva de dos voces Quechuas: Sara = Maíz y Acca = Chicha. Hasta hoy el lugar y el cerro conservan su nombre, también su color, el de la chicha de maíz o jora). El pueblo hacía donde estamos viajando deriva del vocablo Quechua: PISQO = Es el nombre genérico para designar a las aves, en la península transcienden y perduran las aves por el mar, esta característica es muy notoria en el Idioma ancestral. Al quechua que se hablaba en toda la costa lo llamaban Yunga. “Mejor aceptación tuvo el bautismo de otros barrios- léase pueblecitos- que el santo Padre hizo aquel día en su procesión más al interior de la pampa”. Encontró, pues, el barrio de Saraja Chiquitín y pronunció con autoridad: “Saraja Chiquitín, desde hoy te llamarás San Joaquín”. Es el San Joaquín que todos conocemos ahora. Debo indicar que era por este lugar la salida hacía Pisco, la avenida conocida hoy como Arenales, en honor al ingreso del Coronel que, llegó a Ica procedente de Pisco, enviado por San Martín para perseguir a los españoles. El hermoso nombre que lleva el pueblo de Guadalupe (2) también fue puesto por el Padre Fray Ramón. En homenaje a la veneración del Pueblo Mexicano. Estamos camino a Pisco ya pasamos por Guadalupe, empezamos a divisar la inmensa pampa de Villacurí, el cielo es algo gris por las paracas, ya iniciamos agosto y el viento sopla con rabia. Se pueden imaginar ¿cómo era la travesía en tiempos de de Fray Ramón? Les cuento, sólo se podía ir a Pisco en cabalgadura, a lomo de bestia. Hoy a pesar del frio y la neblina en el desierto, el sol quema mucho más que aquellas épocas, los rayos ultravioletas….mejor no sigo, pobres campesinos de las Agroexportadoras. Llegamos a Pozo Santo, de niño nos relataron algo, muchos lo llamaron “El pocito del Prodigio”, hemos bebido el agua bendita, la hemos traído muchas veces a casa sin saber que existe una Leyenda relacionada con el Padre Guatemala. También una  Tradición de don Ricardo Palma que lleva por nombre ”Las brujas de Ica”. Palma escribió muchas cosas sobre Ika “La Achirana del Inca”, algo más por lo cual tenemos el título de Tierra santa, señalando que aquí “El diablo perdió el poncho”.
Desde 1871 una línea férrea, de 77 kilómetros de longitud unía la Ciudad de Pisco con la hoy Capital de la Región Ica. Rápidamente nos damos cuenta la cercanía de su inauguración con la Guerra con Chile (1879), se dice que los Chilenos la destrozaron, volviendo a funcionar pero por poco tiempo. He podido ver sus restos como arqueología ferroviaria en algunas casonas, también en una toma de agua o compuerta. La estación se ubicaba en la Calle Lambayeque (Ministerio de Agricultura). El sonido cansado del tren ya nos anuncia que hemos entrado a Pisco, esperamos darnos un tiempo para conocer los descubrimientos de Don Julio C. Tello.
Termino mi columna, con un par de datos para mis colegas Maestros amantes de la historia y tradiciones de Ica. El historiador Antonio Zapata recuerda que su elección profesional se debe a que tuvo buenos profesores en esta materia, que “llevaban a los alumnos a los lugares donde sucedieron los acontecimientos históricos, haciéndoles sentir que lo dicho en los libros no era asunto del pasado, sino que tenía que ver con su presente y futuro”. Por otro lado Jesús Cosamalón  afirma” todos los procesos históricos han conllevado violencia. Se habla de esta no para generar más sino para aprender a construir una sociedad justa y encontrar caminos para que no se repita; además de sanar las heridas. Gracias por su inteligente lectura, nos vemos en la próxima hablando de la misma pampa de Villacurí , esta vez acerca del Bandolerismo en la Región.


Juan Ladislao Ramírez Chacaltana
(1) QUIJANDRIA ALVAREZ, Cornelio, Origen y fundación del Colegio e Iglesia de San Luis Gonzaga de los Jesuítas de Ica. TIP "CULTURA", ICA, 1961.
(2) Distrito Juan José Salas, su capital Guadalupe.

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