lunes, 17 de julio de 2017

Cuento dedicado a Ramón Rojas

EL ABUELO RAMÓN

Escribe: Victoria Vega
En la compañía del "viejo" Ramón, César y William.

Había una vez un niño que se llamaba Pedro, un día sábado se fue al cerro más elevado de su ciudad,  cuando estaba arriba. Observaba detenidamente el espacio que cubría la arena, pudo ver plantas en el cerro, mirando el horizonte se preguntó ¿por qué en el cerro hay plantas? Cuando regresó a su casa, le preguntó a su abuelo Ramón.

- Abuelo ¿Por qué hay plantas en  el cerro? El abuelo de apellido Rojas responde. 
-Te voy a contar la historia, en los cerros machos  no hay plantas.

- ¿por qué abuelo? Preguntó nuevamente el niño.

-  Es que por ahí habita un brujo que no le gusta la naturaleza... Un día el brujo se encontró con una chica tan bonita como tu profesora Elva Navarrete, al verla se quedó prendida de ella y la hechizó. Lanzó una advertencia: “te enamoras de  mi por siempre”.

La señorita de trenzas brillantes, le respondió, yo no te quiero, eres muy gordo, feo y sin futuro. Entonces el brujo la convirtió en un cerro grande. Uno tan diferente a las miles de dunas que existen en el desierto iqueño.

Después de haber hecho eso, se tomó el agua de Huacachina y Orovilca, mientras tomaba con paciencia y sin ninguna mueca, pensando... iba mirando el sol, finalmente expresó: yo me voy a convertir en Huarangos para que  estemos juntos por siempre.

Al terminar de hablar, el abuelo Ramón preguntó:      
  - Te gustó la historia

  -Si abuelo Ramón, parece la leyenda moderna del cerro Saraja.

-         Exacto! Gritó el viejo con mucha alegría.

El niño al notar la sonrisa arrugada de su familiar, siguió con las interrogantes.
-         Abuelito, tu que sabes mucho quiero que me comentes del Chaucato.

-         Mañana Pedrito, ahora voy a leer…
-         Abuelo….
-         Mira hijito, léete este cuento de Arguedas, y mañana platicamos del ave sagrada de Ica....

Comentario: Les hablé de mi amigo Ramón Rojas un personaje que le tiene mucho amor a los libros, ellos empezaron a escribir un cuento con el tema: Cómo convivir con la naturaleza, la estudiante me dijo que su personaje se llama Ramón como su amigo y que lo quería conocer. Pareciera que el relato aún no está acabado, espero que lo termine en la próxima sesión.


Cuentos de los estudiantes del MÁXIMO DE LA CRUZ SOLÓRZANO

LA NIÑA DE LOS OJOS AZULES
Nunca olvidare el día que la conocí, era un 14 de mayo, un día como cualquiera, entró una chica de cabello corto con unos hermosos ojos azules, con un uniforme bien planchado y sus zapatos  un poco sucio por el polvo de las calles de San Martín de Porres. El profesor Javier presentó a la misteriosa chica al salón, su nombre era la Luciana.
Ella era una chica callada, no hablaba de su vida con nadie, raras veces hablaba con las niñas de las mesas delanteras, no se comunicaba con los varones, yo siempre la observaba, me molestaban con ella para molestarla, su forma de ser también llamaba a la envidia, mi amigo José Miguel me dijo que le hablara, que no me pusiera tímido por una chica.
Un día el profesor dijo que Luciana ya no vendría más al colegio, todo se preguntaron por qué pero no hubo respuesta, el profesor con una tristeza en sus rostro continuo con su clase.
Poco tiempo después llegaron las vacaciones, me fui a la playa con mis padres, pero me invadía el pensamiento de donde estaría ella ahora.
Al llegar, miré el atardecer, me quede sentado a la orilla del mar, contemplando el mar y su hermosura.
Un día al llegar a la casa vi a mi madre conversando con una señora de tez blanca, ojos verdes, un poco delgada. La señora estaba llorando, mi madre dijo que saludara, me acerqué a la señora, y le encuentro un enorme parecido a Luciana.
Mi madre me dijo que la señora se llamaba Rosa.
-Soy madre de una de tus compañeritas de clase, se llamaba Luciana.
La señora con su rostro melancólico, me hizo palidecer. Mi corazón empezó a palpitar fuerte y no sabía el porqué, sin tartamudear le pregunté por ella.
Ella con lágrimas en los ojos, no pudo responder, mi madre dijo que fuera a mi habitación, me ideaba tantas hipótesis, hasta llegar al punto de pensar que estaba muerta. Después de un rato, mi madre entro a mi habitación.
De mi madre escuche la trágica realidad, ella había muerto, fue asesinada por su propio padre, me quede sin palabras, no obtuve respuestas, hubo un silencio raro, no tuve que decir.
Me adentre en mis sentimientos, un sentimiento de odio invadió mi corazón me pregunte tantas cosas ¿Por qué lo hizo? ¿Cuál fue su motivo? ¿Qué pecado tuvo ella?
Paso el tiempo ingresé a la universidad, conocí a una chica de cabellos largo y  sus ojos azules, me recordó aquel día que la conocí, justo era una de esas mañanas sin tiempo, como cualquiera que se vive hoy, un 14 de mayo, tal vez martes.

                                       Adriana Felipa


ROSA LA BRUJA

Por: Victoria Vega

Había una vez una señora que se llama Rosa, todos se burlaban de ella, por su baja estatura, la enorme nariz que tenía. Le decían “Bruja”, porque en la casa que habitaba, sólo la compartía con un enorme gato negro.
-         Está embrujada, decían…
Un día sus vecinos entraron a la casa de Rosa, ellos no eran tan cultos que digamos, cuchichiaban sentados  en sus hermosos salones y tomaron la siguiente determinación:
-Queremos ver si la casa de Rosa está en realidad embrujada.
 Cuando los vecinos la recorrieron, se murieron de susto, por las cosas extrañas que encontraron, cuando los vecinos querían salir no pudieron, porque Rosa había utilizado una de sus magias para asustarlos y no dejarlos salir.
Cuando Rosa los vio:
-         ¡Oh, oh! Dios mío de las tres calaveras, entraron a mi casa sin permiso. Entonces voy a maldecir la ciudad.
El pueblo donde habitaba Rosa se llamaba Cachiche y la ciudad Ica.
Al día siguiente…
Uno de los vecinos de Rosa dijo que quería matarla, ella como era hechicera escuchó cuando su vecino estaba hablando con Doña Arsenia, la vecina era la más chismosa de la cuadra.
Rosa muy preocupada se pone el ojo del gallo cenizo y decide vender su casa, se fue a vivir al otro lado del río. Ahora todos dicen que es  un lugar encantado, ahí se reúnen todas las brujas los martes y los viernes. Pudo encontrarse al fin con su gran amiga florentina.
Finalmente, ambas amigas vivieron felices por el resto de sus días. Aún se puede escuchar el canto del gallo, en la época de avenida.

Primer Año 2017.




LOS ANIMALES TAMBIÉN SE ENAMORAN

Escribe: Shiomara Jazmín

Un día tan bonito, un niño llamado Francisco se fue de paseo con su familia. Por el camino encontraron a una señora, un abuelo y tres niños, el niño Francisco se preguntaba, porqué toda la familia estaba afuera. Al ver la desesperación de los dueños, se dio cuenta que andaban buscando a su loro Panchito, el animalito  se había escapado.

La familia los quiso ayudar.
Francisco, el niño les dijo:
-Nosotros los podemos ayudar.
La dueña del lorito, respondió
-         Si claro, no hay problema…
La familia de Francisco, descendieron de su carro, caminaron buscando el loro Panchito, después de andar por lugares inaccesibles y complicados, lograron encontrar tres zorritos blancos.
Francisco les pregunto a los zorritos.
-         Estamos buscando  un loro chiquito ¿no lo han visto?
Y los zorritos respondieron, si lo vimos con una lora rosada, llamada Isabel, ellos siguieron y por fin lo encontraron. Grande fue la sorpresa al verlo, Panchito tenía en su pico una Rosa Roja.
La señora dijo:
-         Y esa rosa
El loro respondió:
-         Para mi bella amada Chabuquita, me voy a quedar, viviré con ella hasta el final de mis días, todos se rieron y murmuraron.
-         ¡Los animales también se enamoran! 




Primer Año "B".....Primer semestre, cuentos presentados por el día del logro.

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