César, con una estudiante de Chincha (Ica) |
PASITA
Jesús
se llama pasita
y
oramos para que no llegue a alias
Jesús
tiene dientes de leche (aunque no la toma)
corazón
de cera y los pies dispuestos a correr al mar
mide
112 centímetros de tristeza
y pesa
26 kilos de sonrisas.
A sus seis años ya de larga vida
sabe
oler perfectamente el té que tomará junto a dos panes
que
mamá traerá muy temprano antes de partir.
Jesús
nunca dirá miss ni teacher
y se
sorprenderá cuando las estadísticas
digan
que él es un dígito más de los niños
que
no saben ni sabrán leer, escribir, pedir por favor
ni
usar correctamente los cubiertos
Pasita
esta tarde camina indiferente
A
sus seis años ya de larga vida ha roto el farol de una estrella
se
ha colgado en el cuello a la luna
y
se ha prometido ser feliz esta tarde junto a otros niños dígitos
con
la pelota que patearan en la pista.
Pasita se limpiará el sudor con la camisa
que
le sirve a la vez de pijama, uniforme y estuche
de
un corazón niño
que
camina de vuelta a casa
ignorando
eso que dicen las estadísticas.