domingo, 19 de mayo de 2024

EL SEÑOR DE LA NATURALEZA (origen de la piedra estrella)

 

La piedra estrella


Coayllo, es un pequeño poblado pre-inka, antiguamente los campos reverdecían de vegetación,  sus habitantes se dedicaban a la agricultura obteniendo diversos productos para abastecer a su pueblo, guardarlos celosamente y usarlos en épocas difíciles. Siempre tuvieron agua para irrigar sus tierras. Abundaban las menestras, los zapallos, los camotes, el maíz, además varios frutos como el níspero, ellos comercializaban con sus vecinos de la costa, también con poblados de la sierra cercana, nada le faltaba.

El jefe del poblado tenía una hija llamada Estrella en su traducción española, muy hermosa ella, orgullo de sus padres y de su pueblo. Ella se encontraba en la edad de contraer matrimonio, por lo que sus padres estaban preocupados en buscarle un compañero, él sería esposo de su hija y futuro jefe del poblado, tendría que elegir bien.

En esos días llegó al lugar, un personaje que venía de la zona este de la quebrada, el joven destacaba por su presencia, buen vestir y don de gente. Se quedó un buen tiempo en el pueblo, ahí conoció a Estrella, de quien quedó prendado desde el primer momento y tomó la decisión de hacerla su esposa. Para ello visitó la casa de la joven  y así hablar con sus padres, la intención era demasiado clara, quería tomarla para esposa suya. El visitante se presentó como el Amo y Señor de la Naturaleza, manifestó que su visita tenía como finalidad pedir a estrella para que sea su esposa. El jefe agobiado por tan inesperado petitorio, se puso a dudar. Por eso le dijo que regresara al cabo de un año, tiempo suficiente para conocerlo, pasado el año recién hablarían del matrimonio de su hija Estrella con él. El gran Señor aceptó la propuesta, asegurando que estaría presente al cumplirse el año, después de esto viajó hacia el interior de donde había venido y no se volvió a saber nada de él.

Mientras los días las semanas y los meses transcurrieron rápido, algo pasó con nuestra protagonista que cambiaría la vida cotidiana de la población. Estrella tenía un pretendiente, poblador del lugar, de pelo sambo, pequeño de estatura, ojos achinados, poco corpulento, con un poder de convencimiento. Persuadir a la bella Estrella no fue difícil, bastaron dos días para que la bella muchacha cayera rendida en sus brazos. Al poco tiempo tuvieron relaciones íntimas. Ya todos habían olvidado al visitante y su propuesta de casarse con ella ni bien se cumpliera el año. Algunos creían que era un farsante, un loco que se había titulado  Señor de la Naturaleza y no le dieron mayor importancia.

Estrella había quedado embarazada del joven poblador y en esas circunstancias, no tenía más que afrontar las consecuencias. Los padres empezaron los preparativos para una pronta boda, ya que no era muy aceptada la situación de la joven por los pobladores. Su estado desdecía mucho del linaje del que provenía.

También habían olvidado llevar en cuenta el tiempo transcurrido desde la última vez que había estado por allí el Señor de la Naturaleza. Obviamente también la palabra empeñada de los padres y de la misma Estrella hecha al Gran Señor.

Pero como no hay fecha que no se cumpla, un día llegó otra vez el Señor de la Naturaleza, con un séquito de personajes y seguido de una recua de llamas, todas cargadas de regalos para la familia y los habitantes del lugar. Su presencia causó asombro primero y conmoción después. Entonces, era cierto que era un Gran Señor. Era cierto que regresaría. Era cierto que tenía poder. Era cierto que pretendía casarse con la hermosa Estrella. Todo era cierto. ¿Qué harían ahora?

El Señor de la Naturaleza se hizo presente con su séquito en la casa de los padres de Estrella y solicitó hablar con ellos, ajeno aún a lo que había sucedido con ella. El jefe y padre de Estrella, con la voz entrecortada no tuvo más remedio que comunicar al Gran Señor, que su hija había adquirido otro compromiso y estaba embarazada. Tal noticia desconcertó primero al Señor y luego el séquito empezó a murmurar en voz alta. El gran Señor reponiéndose de la desazón causada, dijo:

-          Señor hemos hablado hace un año, pedí en matrimonio a sus hija, lo hice con sinceridad, el honor de mi estirpe, la hidalguía de lo que somos por muchas generaciones, nuestras palabras serias, con la seguridad de que ustedes hacían lo propio. He respetado su palabra que me dio con la condición que regresara a cabo de un año y la he cumplido. Mentiría si dijera que no he contado los días para regresar y casarme con Estrella. He puesto en sus manos y en los de Estrella mi palabra, mi honor, todo lo que soy y todo lo que tengo. ¿Le parece justo, esto que me han hecho? Siguió a continuación un breve silencio en ambos lados, luego e Gran Señor prosiguió:

-          Pues bien, como Amo y Señor de la Naturaleza, yo es prometo que la próxima venida de agua por esta quebrada será la más grande que hayan visto; pero también será la última, así que prepárense porque no tendré compasión con quien encuentre en el camino.

Dejó a todos conmocionados, estupefactos y sin atinar a responder de alguna forma. El Gran Señor dio la vuelta y se retiró con sus acompañantes por donde llegó, sin agregar nada más.

Así pasaron los días y las semanas, hasta habían vuelto a olvidar la última visita del Gran Señor y todo lo que dijo entonces. Hasta que un día el río anunció su presencia con mucha agua, piedras, lodo y árboles como nunca discurrió por la quebrada, arrastrando todo a su paso, nunca se vio tanta calamidad. El río se llevó las cosechas, sus animales  a muchos habitantes que trataban de salvar alguna pertenencia de sus casas.

El agua era tan abundante que llegó a barrer con todo, hasta las casas que estaban en las laderas de los cerros, justamente en una de esas viviendas estaba Estrella que no pudo huir porque estaba gestando los últimos días de su embarazo. El Gran Señor no quiso que fuera arrastrada por el aluvión como a otras personas, usando su poder la transformó en una enorme roca, enclavada en las faldas de un cerro. Allí ha quedado para siempre y aún hoy día la podemos ver, con parte de lo que fue su vivienda de entonces.

Las personas más ancianas del lugar cuentan que nuca más se vio llegar tal cantidad de agua por el río, ahora solo vemos una ínfima cantidad y luego desaparece, nunca más se vio el verdor de sus campos de antaño. Tal fue el castigo al incumplimiento de las promesas y acuerdos de parte del padre y la hija.

Hoy todos conocen y ven a un costado del camino – a la salida de Coayllo, rumbo a Ukira – a la piedra Estrella, la mujer que no pudo resistirse ante las palabras de su compoblano, por eso hoy la catalogan como una mujer de vida libertina y sin responsabilidad, tirando al suelo un matrimonio bien constituido, la falsedad de la palabra empeñada, el honor y prestigio de su familia, de sus ancestros.

FIN

 

 

 

 

Existen muchas versiones acerca del origen de la Piedra Estrella, ubicada en el Distrito de Coayllo, subiendo hacia la sierra, en dirección de Ukira, al margen izquierdo del que fuera el río del mismo nombre. Todas coinciden que la mujer fue castigada por engaño o traición, recibiendo un castigo divino.

Santa Cruz de Flores 2024, recopilación de los estudiantes del Segundo año VI CICLO.

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