MAYO, HOMENAJE AL CERRO PATRÓN
El silencio no es una palabra escrita sobre una pared, es una canción solitaria con el viento que no se detiene en el medio de un infierno. Silencio señores grandes, que despiertan las historias. León Gieco.
jueves, 1 de mayo de 2025
MAYO, HOMENAJE AL CERRO PATRÓN
jueves, 24 de abril de 2025
LOS DIOSES DE LA EDUCACIÓN
LOS DIOSES DE LA EDUCACIÓN
La fiesta de las cruces estaban a todo dar, la
gente se divertía en el local de la comunidad. De un momento a otro el cielo
cambió de tono, un color rojizo le dio un aire de penumbra a Flores. La casa
del saber fue atacada por una bestia extraña de enorme cola y orejas gigantes.
Todo el magisterio del Nivel Secundaria laboraba en modernos salones de color
azul y blanco, la infraestructura reconstruida estaba equipada con tecnología
de punta, un error cibernético en sus laboratorios de informática trajo al
demonio desde Países Bajos.
Apareció entre los cerros que circundan el
apacible pueblo, ella despedía fuego entre sus piernas. Ni bien comenzó a
tronar el Cerro Patrón la docente Isabel empezó a rezar con una inmensa
devoción, su fé era incalculable, el maestro Richard trabajaba una fórmula en
su laboratorio para derrotar al tremendo animal que amenazaba a cada paso,
Exilda Farfán docente del lugar seguía los pasos de la horrenda criatura. El más
valiente Manuel Zumarán se preparaba para enfrentar al demonio, su entrañable amigo el docente José Cuzcano baja del tercer piso, da un salto desde el centro de información, trae consigo una armadura romana, hecha con el oro de la
Ollería y le entrega a Zumarán.
Cuando se encamina al lugar el Profesor Manuel
dispuesto a pelear con el demonio, se da cuenta que ha perdido el obsequio.
Entonces anticipándose en la lucha el docente Chuquillanqui, comienza a lanzar
químicos desde su laboratorio de Ciencias, ya apegado al micrófono el Yachachiq
Ladislao desconcentra al animal con su melodiosa y angelical voz. Zumarán
desesperado ya no tiene esperanzas.
Entonces el cielo resplandece, la luz brilla en el cielo y aparece la regla del
Maestro John, el gran matechévere no
quería estar ausente en esta lucha, entrega su famosa regla que años atrás la
usaba en el salón, aquella que dejó cojo al estudiante Cardozo cuando no
resolvió un problema de aritmética. Tocándole los bigotes le dice.
-
Manuelito úsala como espada te va
ir muy bien, suerte…
Desde la primera cruz, el auxiliar se encuentra
lanzando los cuadernos de control, los
pequeños cuadernillos vuelan como cuchillas por el aire y llegan a cortar los
brazos de la criatura. Al ver al demonio sin brazos Zumarán traspasa el corazón
del animal. Por último, ocurre algo importante, el Director Alzamora se saca
por insistencia de la población los lentes negros, con la vista de medusa
convierte a la criatura en piedra. Quedando su frente retratada en la mitad del
cerro.
Hoy en la Institución Educativa Jésús Divino
Maestro se han hecho estatuas a los
maestros, por su lucha contra la ignorancia, son leyendas en esta parte del
mundo, son los dioses de la educación.
Francia Chumpitaz, Iker Moisés
domingo, 19 de enero de 2025
CRÓNICA DEL ORIGEN DEL NOMBRE SANTA CRUZ DE FLORES
CRÓNICA DEL ORIGEN DEL NOMBRE SANTA CRUZ DE
FLORES
El año 1987, hace su aparición el primer texto
titulado “Los peleadores y otros relatos florinos”, escrito por José García Conde. Desde ahí se
menciona que el pueblo tiene como nombre el apellido de un sacerdote español.
Pero los florinos nombran a su pueblo como Santa Cruz de Flores, desde cuando
un arzobispo pasó en visita pastoral, él puso al pueblo bajo la advocación de
la Santa Cruz, debido a los numerosos relatos de apariciones, encantamientos
producidos en La Ollería y el cerro Chicha, todos relacionados con el oro
poseído por el demonio. Un dato relevante que muestra el folleto es: Santa Cruz de Flores tiene el
privilegio de haber sido cuna del “Hombre de La Palapa”, que vivió hace ocho
mil años antes de Cristo, en las lomas florinas de La Palapa y Azpitia.
En la contratapa nos muestra una apreciación del lugar de parte de Luis Alayza
y Paz Soldán a su paso por Flores, buscando datos para escribir su libro “Mi
país”, producto de esa visita y atraído por la campiña escribió: Dios bendijo a Flores en forma
de pájaros cantores y dulces frutos.
El primer florino en investigar sobre la
historia de su pueblo es sin duda Don Orlando Germán, el año 2010 aparece un
texto “Mitos Relatos y Leyendas de Santa Cruz de Flores”, en aquella época
estaba como alcalde Don Fortunato Modesto Montoya, en realidad fue un concurso
que llevó a cabo la Municipalidad para promover la cultura en el Distrito.
Orlando Germán, corrigió los trabajos y realizó
un acertado enfoque interpretativo de los mismos, basado en Luis Guillermo
Lumbreras, María Rostworowski y otros eminentes historiadores, quienes concuerdan en afirmar
que la historia no puede hallar verdades sin recurrir a los mitos en los que
subyacen referencias históricas comprobables en el plano racional e histórico.
Desde este punto de vista es innegable la importancia de rescatar, antes de que
pasen al olvido, los mitos y leyendas de los pueblos. Los relatos que se
reunieron en esa colección, no tenían antecedentes escritos, tampoco pensaron
que el libro editado por la Municipalidad sea el definitivo, estaban muy
conscientes de la existencia de otros muchos relatos reclamando ser llevados a
la escritura, antes que la estocada de las fuerzas foráneas los deforme en su
estructura o en sus mensajes profundos. Llevar a la escritura estos textos de
la tradición oral constituye una forma de salvar una característica del
florino. Las recopilaciones hechas se referían con más recurrencia al Cerro “La
Ollería” “Los cerros
poseen espíritu y pueden contactar con seres humanos reconstruyendo el
pensamiento panteísta aborigen de épocas pre-incas e incas”
El año 2013, la gestión del alcalde Pedro Riega
Guerra, publicó “Santa Cruz de Flores para el mundo”, en su presentación
consideran a la cultura como el eje transversal del desarrollo social, político
y económico, en lo que concierne al nombre se puede leer: “Sus más antiguos
pobladores, dicen que el nombre le viene dado por la acción del reverendo
sacerdote apellidado Flores, el año 1865 colocó y bendijo la Cruz Misionera al
ingreso de la población. Es un texto completo que abarca desde investigaciones
arqueológicas, pasando por la gastronomía, folklore, la industria vitivinícola,
fiestas religiosas, hasta algunas tradiciones orales.
El marzo 2014 la Revista Profesional (RP),
presenta como invitado especial al maestro Félix Chumpitaz Camacho. En la
revista manifiesta que “es conocido por todos los pobladores que el nombre
tiene su origen en el apellido de un sacerdote español, fue él quien se esmeró en
que la feligresía construyera su iglesia, apelando a un sin número de
actividades para obtener fondos económicos para lograr tal fin. Dio ejemplo de
perseverancia, de trabajo, esfuerzo y unidad, por eso, todos los consideraban,
lo respetaban y le siguieron el propósito sin desmayar. Al parecer fue él quien propuso como patrón
del pueblo a la Santísima Cruz”. Hipótesis que se contradice con la publicación
florina de 1987, en ella manifiesta que se nombra al pueblo Santa Cruz de
Flores, desde cuando un arzobispo, que pasó de visita pastoral, puso al pueblo bajo la
advocación de la Santa Cruz. No manifiesta José García Conde que el cura
español Flores construyó la iglesia, permaneciendo por un tiempo considerado,
sino que un arzobispo pasó de visita pastoral. Hechas las averiguaciones con
personas del lugar, nunca ha existido cura o sacerdote con ese apellido.
El apellido Flores viene del quechua Huayta
(flor) o del Aymara Tika (Flor). Santa Cruz de Flores “tiene el paisaje de la
Arcadia” definido así por Luis Alayza y Paz Soldán. Otras de las hipótesis que
lanza Félix Chumpitaz Camacho es: “De todos los viajes realizados por el
italiano Antonio Raymondi, vio admirado el verdor de la campiña y la llamó
Miraflores”. Se puede colegir que siempre fue admirado el paisaje florino, por
estar llena de colores, ni que decir de sus frutos.
Al llegar la ocupación inca el lugar se llamaba
“Huayiata” - Traducido al castellano es flor o flores - desde ahí controlaron y
administraron el área local, la producción, almacenamiento y redistribución de
los recursos (Aquí la fuente “Santa Cruz de Flores para el mundo”, página 20,
Raymondi 2012) Entonces es verdad que los españoles pasaban al castellano los
nombres o apellidos difíciles de pronunciar, ejemplo: Wassi a Casas, Tikka a
Flores o de la Flor, Mayu a Ríos, Pachicu a Pacheco, en ese sentido Huayta del
quechua Flor paso a Flores, la prueba de ello es que existe el apellido Flores
en quechua y castellano.
Volvemos al estudio de Orlando Germán, cuando
cita a Lumbreras y Rostworowski (La historia puede hallar verdades cuando
recurre a los mitos y leyendas). Felix Chumpitaz Camacho ya había trabajado un
texto “Mitos y Leyendas” de la zona norte de Cañete (Chilca, San Antonio, Santa
Cruz de Flores, Mala, Calango, Coayllo), dentro del aquel texto se encuentra la
leyenda “El oro de la Ollería”, la cual nos relata la resistencia del guerrero “Tika”,
para no ceder y dar información sobre el filón de oro oculto por los incas. Ya
está escrito el relato “El secreto del reloj de la Plaza de Armas” la
estudiante tendrá más de 20 años, su nombre: Estrellita Cuya Acuña. Según esta
versión el túnel se inicia en la plaza de armas y desemboca en La Ensenada,
todo indica que hasta el momento existe ese túnel, ya que los pobladores más
longevos afirman que esa versión es conocida desde muy antiguo. En ambos casos
concuerdan en el nombre actual de “Flores”, sea Tika o Huayta. La leyenda que
nos dio a conocer Don Félix Chumpitaz, nos da una pista por el lado de la
lengua aymara.
“Del libro relatos con historia” 2025 “Cañete tiene su norte” 2026
lunes, 13 de enero de 2025
JOSÉ DOLORES (primeros boxeadores cañetanos)
JOSÉ DOLORES
Era un joven alto y de cuerpo bien
proporcionado, fuerte en la pegada y la asimilación. Aproximadamente el año
1923, se comenzaba a practicar el futbol en el valle de Mala; pero la pelea de
los guapos siguió siendo el deporte favorito entre los hombres. Entonces el
futbol solo era un pretexto para estos eventos de golpes varoniles.
José Dolores se convirtió en unos de los
valientes del valle, cuando el pueblo de Flores fue invitado a jugar futbol al
otro lado del río, en Tutumo. Ahí residía un peleador, que había acabado con
los más bravos luchadores de la margen izquierda del valle, mientras José
Dolores empezaba a dar sus primeros golpes en Flores.
El propósito de los organizadores del partido
de fútbol fue dar oportunidad a su ídolo de peleas, para que logre otra
victoria ante el florino Dolores, ya los tenía acostumbrados a verlo ganar en
cada combate. Cuando los florinos llegaron a Tutumo, la gente preguntaba por
José Dolores, porque a ellos no le interesaba el fútbol, sino el choque de estos
hombres.
Desde que comenzó el partido de fútbol, ambos
defendían ardorosamente los colores de
su cuadro, hasta que degeneró en insultos, el joven peleador no aguantó. Se
paró en seco cuando avanzaba con el balón, y aceptó el duelo de pelear con su
desafiante. El partido de fútbol se interrumpió, terminó para dar paso a la
pelea.
De inmediato, el público se fue acercando al
centro del campo y formó un círculo humano. En medio de ellos los dos hombres
pusieron en juego todo su coraje, también todos sus recursos de lucha. La pelea
era todo un espectáculo, se prolongaba demasiado, porque ninguno de los dos se
rendía. Hasta que por fin José Dolores quedó dueño de la cancha, ante la
sorpresa de propios y extraños.
El vencedor sangraba de una oreja pero se le veía
feliz. Entonces pidió un espejo y una tijera. Al verse roto parte del pabellón
de una oreja, por el cobarde mordisco de su contendor, (parecido a la mordedura
de Mike Tyson a Evander Holyfield, en junio de 1997) él con mucha estética se
dio un corte, y para emparejarlo con la otra oreja, se cortó igual.
Desde ese momento, José Dolores exhibió con orgullo y como señal de triunfo, sus
orejas cortadas. José Dolores Chumpitaz, volvió a Flores como un héroe, fue
ídolo de los jóvenes, más tarde un ciudadano notable del pueblo.
Recopilado el 2024, “Los peleadores y otros
relatos florinos” José García Conde.
(Pertenece al libro Cuentos con historia 2025)
LA SAPA QUE EMBRIAGÓ AL DIABLO
LA SAPA QUE EMBRIAGÓ AL DIABLO
Demonio que llega a Flores se va “al diablo”,
si bebe pisco de este pueblo. Cierta vez Satán quiso llevarse a un florino pero
no pudo, porque llevaba una sapa en la mano y una mona encima.
Antes se solía invitar a probar los
chicharrones, a quienes habían ayudado apisonar las uvas en los lagares, cuando
se destilaba el pisco en las falcas o alambiques. Se llama chicharrón al pisco
que en alto grado comienza a destilar. Es agradable pero trepador. El que sabe
solo lo prueba y espera que se ponga a punto, más o menos de 20° grados.
Cuando se retiraban los invitados, a cada uno
le daban una sapa, o botella de pisco, como retribución a su colaboración.
Todos volvían a sus casas a medianoche por el callejón que va al cementerio. Don
Fred Caycho andaba medio retrasado en la hora, a mitad del camino vio a un
hombre recostado a una pared. Al entablar conversación bebieron pisco de la
sapa, caminaron un trecho no tan pequeño, el músico acompañado del extraño
llegaba al pueblo, según creía él, cuando cayó a una zanja exclamando el nombre
de Dios. El ocasional “amigo” desapareció dejando en el ambiente un olor a
azufre quemado.
Fred, al incorporarse se vio solo, en un
descampado lugar distante de Flores. Despavorido, con los pelos de punta,
corrió rezando, saltando acequias, adobones de los huertos y cementeras, en
dirección a sus casa.
José García Conde
(Folleto:
“Los peleadores y otros relatos florinos”)
domingo, 3 de noviembre de 2024
LA LAGUNA ENCANTADA
Ya está establecido que todos los pueblos de la costa peruana son milenarios, aquí se establecieron los primeros peruanos, antes que Los Inkas. La Mama Cocha, era la diosa de todas las aguas (El mar, los lagos, los ríos y todas las fuentes de agua). Lugares sagrados que a la llegada de los españoles, trataron por todos los medios de anular esta devoción inventando encantos. En los diferentes ríos del Perú existen estos relatos.
LA LAGUNA ENCANTADA
En Santa Cruz de Flores hasta ahora existe un lugar conocido como "La
Yigua", se ubica exactamente en las tierras bajas del Distrito, a la
altura del lecho del río Mala, ahí se había formado una laguna debido a las
filtraciones de varios manantiales.
Los florinos que tenían sus chacras por esta zona, solo podían estar en sus
terrenos hasta las cinco de la tarde porque más tarde sucedían cosas muy
extrañas. Ya eran muchas las personas que habían desaparecido para siempre,
incluso estudiantes que se hicieron la vaca. Muy cerca del lugar pasaba un
camino de regantes, el sendero tenía un puente para pasar la acequia que
desaguaba tal laguna, la gente que cruzaba por este puente después de las 17:00
horas (cinco de la tarde), solía ver un inmenso pez, un pejerrey de agua dulce,
que muy bien podía medir un metro de largo, aletas finas que brillaban con la
luz del atardecer. Nadaba tranquilo, haciendo pequeños remolinos en las
diáfanas aguas, los que pasaban por el puente quedaban pasmados al observar al
pez, algunos no medían el peligro, las consecuencias que traía al tratar de
atraparlo, se bajaban al pozo de agua, tan igual como se iba el día, ellos
desaparecían tragados por las aguas. La familia Balcázar decidió colocar una
cruz en el lugar, ya que su abuelo músico de músicos, se fue sin dejar rastro
alguno.
miércoles, 16 de octubre de 2024
EL BRUJO MAYOR DE COAYLLO
Coayllo es un pueblo misterioso por donde se le mire.
Debido a su fama de brujos y demonios los occidentales construyeron una capilla
en la cima de un cerro, no fue tal fácil reemplazarla por una cruz, según la
adivina Lourdes la pequeña iglesia está allí para espantar los malos espíritus.
Aún no está registrado el año, el día ni la hora de un cónclave de curanderos,
algunos dicen que la sede fue en Santa Cruz de Flores, otros aseguran que fue
en el valle de Calango.
Pastor Chávez,
un mestizo lector del libro de San Cipriano, fue el representante de la tierra
de los nísperos, apareció por las calles seguido de una culebra, la presencia
de dicho animal elevó la temperatura, haciendo que se quitaran la ropa los
habitantes de ambos lugares. Los pueblos mantienen en su memoria aquél
encuentro. Hasta hoy es comentado oralmente estos episodios tenebrosos. Al término, uno de los acuerdos
fue la construcción de la ermita.
Era necesario porque el calor que producía la presencia del reptil, venia secando
ríos y lagunas por Ukira, pronto
convertiría en infierno el pueblo de Pastor Chávez, dicho animal lo seguía como
sigue un perro a su amo, despedía una baba como marcando el camino.
Pastor, era el
único hombre en dicha reunión, los demás representantes de cada pueblo eran
todas mujeres, ellas tenían como mascotas gallos de plumaje negro, sapos gordos
y bocones, lechuzas de ojos saltados infernales de color rojo. Las brujas siempre
cuidaban de sus acompañantes, dejarlos sueltos era un peligro, ya que entre
ellos se miraban con desprecio. El canto del gallo helaba a la serpiente, el
ronquido del sapo le quitaba la voz al gallo, los ojos de la lechuza impedía
que la lengua de la culebra se estirara. A ella nadie la quería, por eso salió
a visitar los cerros, aquél día de su desaparición su amo durmió veintisiete
horas seguidas. Bajar al río no le permitieron, trepó hacia las alturas… la
maldita víbora no regresó hasta la actualidad.
Al tercer día, los niños contaron de la aparición de
columpios en lugares desolados. En ese espacio existen hoy iglesias o cruces de
madera. Pasado el tiempo la entonces niña Camila Arias, nos habla de los diálogos
que tuvo con su abuelo Federico. Es tiempo de rezar hija le dijo acariciando su
frente.
-
Es cierto papito que donde está la iglesia había un columpio empujado
por el viento.
-
No era el viento Cami, mi padre que fue mecido muchas veces, me contó
que el de su espalda le hacía preguntas ¿Cómo está tu mamá Lupe? La buscaban por
Azpitia y por todo el río, ella recitaba poemas montada en su burrito. Más que
poemas eran oraciones contra ese maldecido viento que sopla en las tardes por
toda la plaza.
Hoy con 60 años de existencia la niña Camila y su
amiga Lourdes, caminan con la foto de su abuela Guadalupe, exponen el porqué nuestro
Distrito se ubica en la otra orilla del pensamiento, volviendo a creer en su
flores bellas, sus delicadas frutas, todas ellas bajo el amparo del Cerro
Patrón, Apu que tomó el camino correcto de enfrentar al mal, él desde su cima
nos cubre con su bendición.
Es viernes, Don Victor me invita una copa de vino, el anciano chapa su bastón de cinco patas y me dice:
-
No crea en esas cosas Auxiliar, que si nos vamos al otro mundo, aquí en Flores
seguirán peleando el día con la noche, el wayra aparecerá y desaparecerá llevándose
una copa de Pisco, para brindar en el más allá.
miércoles, 9 de octubre de 2024
EL PROFESOR QUE LE CORTÓ EL PELO AL DIABLO
El maestro Lucho, antes que apareciera montado
en sus motos altas y poderosas por los caminos de Flores y San Antonio, mucho
más antes que fuera preparador de gallos, fue un gran peluquero. Sus días
preferidos eran los sábados y domingos, cortaba el pelo a todas las edades,
conversador con los niños, a quienes les cortaba como militar, despidiéndolos
con un saludo castrense y chocando el puño de la mano derecha. Los martes y
los viernes cambiaba a la mano izquierda, aún no sabemos el motivo.
Un día apareció un señor venido desde el
Distrito de Coayllo, que por causas naturales tenía dos bultos en la cabeza tan
bien distribuidos que daba la impresión de ser la mitra del diablo. La barbería
se ubicaba frente al puesto policial. El Buen hombre llegó impecablemente
vestido, lo que ahora dicen bien al terno negro, corbata roja y camisa celeste,
saludó al profesor y se sentó en la silla giratoria blanca, pidiendo.
-
Un
corte a pura tijera por favor… su voz era ronca.
Rápidamente, Luis Flores alistó sus tijeras, que
le había dejado como recuerdo su abuelo Rutilio, seguidamente colocó una tela
blanca sobre el pecho del diablo, para luego empezar a cortar, sus manos volaban sacando las puntas del cabello rojizo, color candela. Como
nunca realizaba su trabajo en silencio, algo hacía presagiar lo hermético que
estaba el visitante.
El breve tiempo transcurrido, logró que la
tijera del maestro choque con uno de los cachos del señor diablo, el choque fue
brutal, terminó con las manos, la mente y el cuerpo dolorido. El impacto y la
impresión, lo llevó al piso, al ser auxiliado por los vecinos, sus ojos estaban blancos. Al pasar el
tiempo, después de tres meses pudo volver a la normalidad, todos lo visitaban
para preguntarle acerca de su encuentro con Satanás. Respondía con una leve
sonrisa.
- - Antes de desmayarme, pude notar que no era terno lo que llevaba el señor, recuerdo era una piel de caballo que cubría su cuerpo flaco.
Hoy los niños corren detrás de la moto,
celebran conocer a Lucho, el único profesor que le corto el pelo al diablo, él
les sonríe y se declara su protector.
domingo, 29 de septiembre de 2024
SUPER MATECHÉVERE
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Andrea escribiendo sobre el papel de sus maestros |
Ya estaban acostumbrados a salir de sus salones para dirigirse al cerro a
escribir o leer, era un día miércoles, el sol ardiente de verano se extendía
sobre las flores del pueblo, llegaba con mucha nitidez hasta la ollería, en ese
lugar los restos humanos se encontraban desparramados a cada paso. Los
estudiantes estaban sentados conversando antes de recibir las indicaciones de
su maestro, aún no se daban cuenta del sonido de la tierra, cuando empezó a
temblar recién David lanzó un silbido y todos miraron en silencio el pueblo. La
gente salió a la calle y los estudiantes de ambos niveles se apostaban en las
zonas de seguridad.
Desde la tercera cruz de madera vieron una nube de tierra, no habían
escombros, el movimiento telúrico fue leve, sin embargo sus miradas estaban en
el centro de la plaza, en el corazón de Santa Cruz de Flores, ahí había caído
el reloj de cuatro caras, desde el interior de la tierra se veía crecer una
bestia desconocida, con enormes patas, manos con garras, cara de burro, cabeza negra con pronunciada cabellera. La
gente del pueblo huía hacía los cerros circundantes, los maestros subieron al
cerro patrón para implorar junto a la maestra de religión la ayuda divina.
El Profesor Jhon Cusipuma se había quedado en el pueblo, antes de tomar esa
decisión conversó con sus colegas, le había pedido al maestro de Computación
encontrar señal para pedir ayuda a Lima o Cañete. Los demás colegas conocían
bien la zona y decidieron acompañar a la comunidad desde diversos lugares, muy
cerca al cementerio el maestro Richard y su hija trataban de tranquilizar a la
gente; el profesor Miguel caminaba con dirección a San Antonio, en busca de
ayuda; la docente Exilda suspendió su viaje a Mala para adentrarse a las
chacras con los más ancianos.
La bestia daba pasos lentos pero con su peso aplastaba las viejas casas,
algunas que eran dotadas de buen material servían de obstáculo en su
movimiento. Todos seguimos el rumbo cansado del animal que mientras crecía, el
sonido de sus gritos aumentaban de volumen, la tranquilidad de mi apacible
pueblo estaba destruida con su presencia. Todos nos preguntábamos donde está el
Profesor Jhoncito, capaz de resolver todos los problemas en la pizarra y en la
vida, las matemáticas y una vara de madera (regla) eran su complemento exacto,
en muchas oportunidades reía, era feliz como su apellido..
Él trataba de conseguir la honda dejada por el nieto de Pachacutec a su
paso por Flores, convencía al señor Víctor Manco que se la proporcione para
probar su magia, dicha arma hace poco, demostró su vigencia cuando comunidades
alto andinas enfrentaron a helicópteros de las Fuerzas Armadas de Perú.
Acarició la huaraca con su cara y manos, trepó la empinada cima del Apu tutelar
del Distrito y desde la cumbre probó un primer disparo, el proyectil de piedra
laja filuda impactó en la frente de la gigante bestia, haciéndola retroceder
con dirección a Mala.
Todo fue rápido como un sueño, ya eran las cinco de la tarde, crecía la
preocupación por comer y dormir. Cada grito que escuchábamos eran los certeros
disparos de la honda, al ser manejada por el super matechévere transformaba su
potencia al 100%, poco a poco la bestia fue llegando al río. En el décimo
quinto disparo cayó patas arriba en pleno cauce, el huayco de diciembre la
arrastró al mar. Seis de la tarde, con luces y sonidos de sirenas, se acercaban
los refuerzos de Lima, 18 tanquetas quedaron en San Antonio. Diciembre nos
dejaba, era el año en que el Profesor Jhon se retiraba del pueblo que lo
albergó diez largos años, como guardián del Colegio y del valle, todos se
acercaron al día siguiente llevándole pisco y vino, yo le fui a pedir que me
dejará la honda para cuidar a mi pueblo, en un próxima amenaza.
Andrea Martínez
miércoles, 10 de julio de 2024
COLORETE
9 de la noche. Cantina del japonés. En la radiola la guaracha Marina.
(Estoy
enamorado de Marina una muchacha bella alabastrina como ella no hace caso de
mis cuitas y yo me vuelvo loco por su amor)
Humo. Luz
naranja y guaracha. Cubiletes y cebada para todos. ¡Ay Juanita, Juanita,
Juanita! Estoy enamorado de Juanita. Una muchacha bella alabastrina. ¿Qué será
alabastrina?
(El día que
la encuentre sola, sola entonces le diré que la quiero)
Es su
fiesta. Su cumpleaños. Y esta noche sin falta le caigo. De todas maneras. Sin
pierde. Es su fiesta.
(y por un
beso que pondré en su boca sabrá que yo la quiero de verdad)
Bailaré con
ella. Solo. Solo. Y no podrá decir que no. ¿Quieres ser mi gila? Bueno. Beso.
Sí. Su guaracha preferida. Carambola lo contó. En ropa de baño guarachaba en
Agua Dulce. «Carambola, si supieras lo de recuerdos que me trae esa guaracha».
Pero a mí, la guaracha me pone triste. Pero triste de triste. Triste de no sé
qué. Parece que las maracas revolvieran en el fondo de mi pecho una culebra
ardiente. Y luego una como espada de fuego se me clavara en la garganta. Y
apenas si puedo decir tu nombre. Juanita. Juanita. Juanita. Y lo digo como si
tomara un poco de miel quemante.
Juanita.
Juanita. Pero la guaracha me pone triste. Sufrido.
—¿Qué pasa,
Colorete, te has comido la singüeso?
—Déjalo,
que está templado.
—Ves lo que
te pasa por cirio.
— Colorete,
chupa y di que es menta.)
Juanita.
Juanita. Cuando te veo sufro. Cuando no, también. No sé qué hacer. Esta noche
te saco a bailar. Guaracha, no. Bolero. Bolero. Me apretaré a tu cuerpo. Te
oleré de cerca. Y si puedo, te beso. Palabra.
(Marina,
Marina, tu boca yo quiero besar)
Quiero ser
como Carambola. O como Natkinkón. Ellos ríen y se alegran con guarachas. En los
tonos son de triana. En cambio yo me pongo corto. Tímido. Y me la paso
chupando. Las muchachas arregladas y bonitas que van a los tonos dan miedo.
Meten miedo. Imposible hablarles: tembladera y tartamudeo. Y si miran como
diciéndome: ¿Por qué no me sacas a bailar? Tiemblo y me escondo. Mi campo es la
calle. La collera… Ahí soy atrevido. En la calle soy el capazote Colorete. Pero
en los tonos me achico. Soy un cobarde.
(Marina,
Marina, Marina, contigo me quiero casar)
— Pucha, si estás en la luna.
— ¿Qué te pasa, Colorete?
— No le hagan caso. Antes de los tonos siempre se pone así.
Esta noche
no podrá decir que no. Estará alegre. Es su cumpleaños. Y estoy bien firme. Mi
peluca está recortada. No hay caso, Manos Voladoras: un artista. Mis zapatos de
gamuza. Estreno pilcha azul y corbata de seda italiana bien bacán. La cara está
que arde. Claro, si no había nada que afeitar. Pero este señor tuvo que
afeitarse para estar presentado. Le llevo un regalo. Un prendedor de plata.
Caro. Caro. El doctor ese es buena gente. Me dio mosca. Le dije: para mañana
necesito azules. No es para mí, aclaré: es cumpleaños de mi gila. La próxima
semana tendré que ir a su casa. ¡Qué se le va a hacer!
(Mira cómo
sufro tú debes amarme no debes martirizarme que esto lo castiga Dios)
Juanita,
Juanita, por qué me desprecias. No me hagas sufrir, que Dios lo castiga. No soy
feo, que digamos. Al contrario. Quién no quisiera tener mi pinta. Las gilas se
me echan. Si vieras los ojos que ponen cuando me miran de frente. Pero yo me
burlo de ellas. Mirándolas, me muerdo los labios. Cierro los puños. Suspiro.
(Mira cómo
sufro tú debes amarme No debes martirizarme No, no, no…)
No. No
podré olvidar el día que por primera vez te vi. Tú eras nuevita en el barrio.
Reciencito te habías cambiado a la Quinta. De arriba abajo y de abajo arriba te
la pasabas la tarde. Quince años tenías. Un día alguien me trajo un recado. Un
paquete pequeño. Al abrirlo encontré un colorete y un papel escrito: « Te amo.
J».
Pucha, si
casi me muero de alegría. Pero como siempre tuve miedo. Tan solo te miraba de
lejos. Cómo no me declaré. Ya hubieras sido mi gila. Soy un cobarde. Cuando
llegó el verano, con Juanita, con sus amigas y con la collera me fui a Agua
Dulce. Juanita, risueña y escandalosa, cantaba en el tranvía. Triste y callado,
sufría de tan solo mirarla. En la playa, no sé por qué, quise verla desnuda.
Cuando entró a su carpa, me eché en la arena y, despacito, levanté la lona.
¡Para todo tengo mala suerte! Se había venido con la ropa de baño puesta debajo
del vestido.
En la
playa, Juanita —dorada, color canela—, corrió y saltó sobre la espuma. Al
fondo, el mar verde. Y aquí, sobre la arena caliente, sufría. Recuerdo que
luego me puse de pie y entré a su carpa. Cogí su ropa. Tenía un olor suave,
húmedo. No sé qué recuerdo de infancia me tomó por entero. Cerré los ojos y
como un licor caliente sentí en mi cuerpo. Salí a la carrera, me metí en el
mar. Al regresar, ya por la tarde, al barrio, no podía resistir sus ojos
negros, negros, negros.
(—¿Jugamos
la cebada? —¿Juegas, Colorete? —No, yo pago todo. Tengo plata.)
Juanita,
ahora, estás muy cambiada. Pero yo sé que solo es cáscara. Estoy seguro de que
basta una palabra mía para que seas la chicoquita de quince años. Ahora,
siempre me arrochas. Los muchachos dicen que te has vuelto planera. Pero planera
con otros. Con los que no son del barrio. Esta noche te abrazo. Te regalo el
prendedor. Y te digo despacito: ¿Quieres ser mi gila?
(—¿Nos
vamos?
—A lo mejor
ya no alcanzamos pato.)
Baile.
Baile. Baile. Vestidos de colores. Sudor y música. La habitación demasiado
estrecha para tanta gente. Los viejos están chupa que chupa. La cocina se llena
de comadres acomedidas, de vecinas intrusas, de gallinas en escabeche y de
caldo de pollo. Humo de cigarro fino y brillantina. Perfume picante de axilas
femeninas. Se baila alegre la guaracha. Triste, el bolero. Carambola está
pegado a la mano de Alicia. El Príncipe los mira de reojo y se va a la cantina.
El Rosquita, gracioso, como siempre, baila solo. Y Natkinkón dirige la orquesta
del disco. Cara de Ángel busca a Gilda. No pudo venir, está un poco
indispuesta, le dicen, y queda triste. Colorete espera a Juanita. Juanita sale
del dormitorio del brazo de su tío.
Japiverdituyú…
Colorete se
esconde. Terminan los aplausos y las vivas a la dueña del santo. Luego, solos,
Juanita y su tío bailan un vals de Strauss. Colorete, sufre. Termina el vals y
Colorete busca a Juanita.
—Feliz
cumpleaños, Juanita.
— Gracias,
Colorete.
—Te regalo.
— Gracias,
después lo veré. Guárdamelo, ¿ya?
—¿Bai…
bailamos?
—Disculpa,
pero estoy cansada.
—Pero si
recién, es que yo, yo…
—Luego nos vemos, Colorete. Que te diviertas.
Juanita,
sobre un taco, dio una vuelta en redondo y coqueta y ágil se dirigió a Javier
Montero, estudiante de Derecho.
— Javier, ¿me enseñas ese nuevo
paso de merengue?
A
partir de tu lectura del cuento de
Oswaldo Reynoso, responde:
1. Si fueras Colorete,
¿Con cuál de los siguientes versos te identificarías? ¿De qué manera el verso seleccionado se relaciona con el cuento?
Explica tu respuesta:
a. “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!”. ("Los heraldos negros", CésarVallejo, 1918)
b.
“Todo
mi afecto puse en una ingrata, / Y ella inconstante me llegó a olvidar”.
("Todo mi afecto puse en una ingrata" – Yaraví I, Mariano Melgar, )
c.
“Si
eres nieve, ¿por qué tus vivas llamas? / Si eres llama, ¿por qué tu hielo inerte?”
("Al amor" en Antología Poética, Manuel González Prada, 1940)
d.
“Así,
verte de lejos, y no decirte nada / ni con una sonrisa, ni con una mirada”
("Así, verte de lejos", José Ángel Buesa).
2. La última oración del
cuento es lo que Juanita le dice a Javier Montero: “Javier, ¿me enseñas ese
nuevo paso de merengue?”. Imagina que eres testigo de tal escena. ¿Qué sentiste
al leerlo? ¿Qué le dirías a Colorete?
3.
¿Crees que esta historia se hizo más
intensa y emocionante por haber sido narrada en primera persona? Si tuvieras que contar una historia similar a
este cuento, ¿lo harías en primera persona o en otra voz? Explica.
domingo, 28 de enero de 2024
¿Por qué se le llama Pisco?
martes, 5 de septiembre de 2023
AUTORIDAD FEMENINA EN GUARCO (HOY CAÑETE)
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