Don José de San Martín dio un decreto el 20 de octubre de 1820, donde se especificaba nuestra primera bandera peruana. Según el decreto de esta fecha: “Se adoptará por bandera nacional del país una de seda, o lienzo, de ocho pies de largo y seis de ancho, dividida por líneas diagonales en cuatro campos, blancos los dos de los extremos superior e inferior, y encarnados los laterales; con una corona de laurel ovalada, y dentro de ella un sol, saliendo por detrás de sierras escarpadas que se eleven sobre un mar tranquilo. El escudo puede ser pintado, o bordado, pero conservando cada objeto sus colores: a saber, la corona de laurel ha de ser verde, y atada en la parte inferior con una cinta de color oro; azul la parte superior que representa el firmamento; amarillo el sol con sus rayos; las montañas de un color pardo oscuro y el mar entre azul y verde.”
Abraham Valdelomar escribió una tradición sobre el origen de la primera bandera, que cuenta que estuvo inspirada en el sueño de José de San Martín, que había observado a las aves parihuanas de color blanquirojo. Esta historia es una ficción de Valdelomar.
Para comenzar, nuestra primera bandera fue en realidad un estandarte, o emblema vertical que reemplazaba al estandarte del rey que era paseado en Lima en fechas especiales.
La bandera tiene forma de aspa, símbolo de la cruz de San Andrés. La dinastía real española utilizó este símbolo.
San Martín quería una monarquía europea para el Perú, por eso se conservó el símbolo real en el primer estandarte.
Este primer estandarte fue realizado por José Arellano y el escudo de la bandera lo hizo Manuel Ramírez.
El diseño ha sido atribuido a un marino británico y pintor Charles Charcorthey Wood Taylor que vino en la armada libertadora.
Nuestro estandarte se convirtió en bandera a fines de 1821, pero tuvo una vida breve, pues fue cambiada por José Bernardo Tagle en 1822.
Por: Juan José Pacheco Ibarra