ESTADIO DE FRUTAS
Juan Gonzalo Rose |
Si el sueño fue bandera, la semilla fue fruto.
Con un largo discurso de campanas y aromas
la vid sombreó la arena.
El filtro de los llantos redondeó las lagunas,
hasta cuyos espejos del fondo del desierto,
llegar suelen las noches a mojarse las penas.
Toda antigua dulzura se hizo forma en las frutas.
Toda nueva dulzura santigüó las arenas.
Y el algodón, de pronto, extendió sobre el suelo
su callada costumbre de ser blanco y ser bueno.
Pero la mano humana -sabia mano del pueblo- la
mano tejedora, la mano labrantía, la mano voladora,
la mano que enterraba entre incendios los muertos,
la mano que la sangre hirió con sus espaldas,
la mano campesina
que fue de mano en mano repartiendo la gracia,
vió una noche vacía de sus frutos la mano.
Ved el huerto florido. Ved la mano vacía.
Mirad sobre los campos el sol de los negados.
En : Canto a Ica- 1960
Foto: Dante Guevara. |
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