miércoles, 30 de julio de 2014

Poema de JOHN OCHOA


Y llegará el día
en el que el viento herido de bala
nos reclame en algún hospital
Llegará ese instante
en el que las auroras no quieran surgir
para nuestras calamitosas miradas
Se anunciará el fuego, y
verán que se anunciará adolorido,
y temeroso de los gatillos asesinos
Llegará aquel atardecer
en el que el mar se despida llorando
del cementerio encharcado de sus olas.
Y seguro seremos testigos inertes
cuando terminen de ensangrentar al arco iris
mientras las montañas clamen piedad sin justicia
¿Cómo ha de ser aquella dramática hora
en el que nuestros ojos vivos aún lloren
mirando ahogarse al agua en si misma?
Y vendrá el segundo mayor
y claro que vendrá,
en la cual nos extinguiremos por idiotez generalizada
y por no habernos graduado de seres humanos
Y entonces quizá,
caigan también las balas asesinas
cuando las palabras nos reclamen
aunque sea algún vacío herido en el mundo
Y será entonces que sedientos de esperanza
busquemos a la poesía, y la hallaremos,
huyendo en las alas de algún viento
que se irá buscando las rutas del Sol...SOBREVIVIENDO

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