ANÉCDOTA DE LA PRIMERA PROMOCIÓN DE PSICOLOGÍA DEL ALAS PERUANAS
EL ALUMNO FALONCIO VERGARAY
Nadie se paró cuando entré al salón. Era más joven que ellos (ahora es todo lo contrario), pensaron que se trataba de un alumno (Lizeth me dijo parecía un pastor evangélico por mi camisita blanca y mi corbatita azul). Hice una pequeña prueba de entrada: Qué horror eran las respuestas, había uno que había puesto (o no c...) que el Quijote había sido escrito por Abraham Valdelomar, la otra que Pedro Calderón de la Barca era un gran ingeniero...leí con cierto pudor y risa sus respuestas. Qué hacia allí, con jóvenes que no querían leer nada de literatura, solo libros de Psicología. En mi mayor candidez les dije que si no leían el libro tal, no entrarían a clase. Por supuesto que nadie leyó. Tuve que agenciarme de otras armas: la risa. Poco a poco fueron leyendo, poco a poco los fui leyendo, eran chicos extraordinarios, leyendo cosas ordinarias o libros de autoayuda: Mi novia se murió pero me casé con su mamá; Quién se comió mi queso porque tenía veneno para el pericote o el padre de mis hijos está enamorando a mi mujer...poco a poco fueron leyendo, algunos les gustó la historia de un asesino que mataba a su amante, a los otros un hombre que espera toda su vida a una mujer para casarse, tuve avances al menos sabían que el quijote lo escribió miguel de cervantes, entonces pensé que ya era momento de que escribieran un cuento...de manera inocente les dije que mandaran sus textos a mi correo y que esa era la práctica...llegó el último día y los textos llegaron de manera torrencial, pero había uno que llamó mi atención desde el principio. No tenía nombres ni nada que lo hiciera visible. Solo un pseudónimo que no negaré me hizo matar de la risa. Falonciovergaray@hotmail.es. me reí, abrí el archivo. La historia era apasionante, una psicóloga (docente) raptaba 4 alumnos y los hacía tener una experiencia sexual de los mil demonios. Qué historia bien escrita, caray, me dije, he descubierto un genio, este alumno no debería estudiar psicología, debería irse a estudiar a Madrid o Barcelona, ciudades donde valorarían su talento. Llegué al aula,les pregunté quien había escrito el cuento "La terapeuta rompe columna" rieron todos a carcajada, volví a preguntar de manera más seria quién había escrito ese cuento. Al instante pensé que el que había escrito ese portento podría asustarse, entonces, cambié el tono, y pedí por favor que de manera callada se acercara al terminar la clase, porque era un gran texto, que tenía que conocerlo, hablar con él, preguntarle por su técnica...pero nada, semana tras semana vagué, caminando pensando en ese genio, pero nada, nada, nada. Se fue mi oportunidad de conocer a un genio, nunca me escribió otra vez, quizá no me creyó que tenía una pluma de los mil cojones...
de todos modos le agradezco haberme demostrado que para escribir gran literatura no tienes que estudiar literatura, sino observar los deseos y ansias de un ser humano y con el arte de la palabra recrearlo, le agradecí porque fue una gran lección sobre mis prejuicios de no encontrar a un gran escritor que fuera mi alumno, si tú, faloncio lees este texto, va dedicado a ti, a quien nunca pude entregarle el libro del marqués de sade para que fueras mi amigo o mejor tu hincha.
GRACIAS ALUMNOS DE PSICOLOGÍA POR TODOS ESTOS AÑOS DE RISA...PERDÓN SI ALGUNA VEZ ME PUSE FURIOSO PARA QUE LEYERAN, CREO QUE MUCHOS SE VOLVIERON LECTORES EN ESAS HORAS EN QUE LA LITERATURA ERA UN PRETEXTO PARA HABLAR DE LA VIDA...LES ESCRIBIÓ ESTE TEXTO EL PROFESOR CÉSAR, MÁS CONOCIDO EN LOS CÍRCULOS MÁS ÍNTIMOS DE LA ESCUELA COMO EL CAPITÁN TRISTEZA.
(César Panduro Astorga, Ica 1980)
No hay comentarios:
Publicar un comentario