LA NIÑA DE LOS OJOS AZULES
Nunca olvidare el día que la conocí, era un 14 de
mayo, un día como cualquiera, entró una chica de cabello corto con unos
hermosos ojos azules, con un uniforme bien planchado y sus zapatos un poco sucio por el polvo de las calles de
San Martín de Porres. El profesor Javier presentó a la misteriosa chica al
salón, su nombre era la Luciana.
Ella
era una chica callada, no hablaba de su vida con nadie, raras veces hablaba
con las niñas de las mesas delanteras, no se comunicaba con los varones, yo
siempre la observaba, me molestaban con ella para molestarla, su forma de ser
también llamaba a la envidia, mi amigo José Miguel me dijo que le hablara, que
no me pusiera tímido por una chica.
Un día
el profesor dijo que Luciana ya no vendría más al colegio, todo se preguntaron por
qué pero no hubo respuesta, el profesor con una tristeza en sus rostro continuo
con su clase.
Poco tiempo
después llegaron las vacaciones, me fui a la playa con mis padres, pero me invadía
el pensamiento de donde estaría ella ahora.
Al
llegar, miré el atardecer, me quede sentado a la orilla del mar, contemplando
el mar y su hermosura.
Un día
al llegar a la casa vi a mi madre conversando con una señora de tez blanca,
ojos verdes, un poco delgada. La señora estaba llorando, mi madre dijo que saludara,
me acerqué a la señora, y le encuentro un enorme parecido a Luciana.
Mi
madre me dijo que la señora se llamaba Rosa.
-Soy
madre de una de tus compañeritas de clase, se llamaba Luciana.
La
señora con su rostro melancólico, me hizo palidecer. Mi corazón empezó a palpitar
fuerte y no sabía el porqué, sin tartamudear le pregunté por ella.
Ella
con lágrimas en los ojos, no pudo responder, mi madre dijo que fuera a mi
habitación, me ideaba tantas hipótesis, hasta llegar al punto de pensar que
estaba muerta. Después de un rato, mi madre entro a mi habitación.
De
mi madre escuche la trágica realidad, ella había muerto, fue asesinada por su
propio padre, me quede sin palabras, no obtuve respuestas, hubo un silencio
raro, no tuve que decir.
Me
adentre en mis sentimientos, un sentimiento de odio invadió mi corazón me
pregunte tantas cosas ¿Por qué lo hizo? ¿Cuál fue su motivo? ¿Qué pecado tuvo
ella?
Paso
el tiempo ingresé a la universidad, conocí a una chica de cabellos largo y sus ojos azules, me recordó aquel día que la
conocí, justo era una de esas mañanas sin tiempo, como cualquiera que se vive
hoy, un 14 de mayo, tal vez martes.
Adriana
Felipa
ROSA LA BRUJA
Por: Victoria Vega
Había una vez una señora que se llama Rosa, todos
se burlaban de ella, por su baja estatura, la enorme nariz que tenía. Le decían
“Bruja”, porque en la casa que habitaba, sólo la compartía con un enorme gato
negro.
-
Está embrujada,
decían…
Un día
sus vecinos entraron a la casa de Rosa, ellos no eran tan cultos que digamos,
cuchichiaban sentados en sus hermosos
salones y tomaron la siguiente determinación:
-Queremos
ver si la casa de Rosa está en realidad embrujada.
Cuando los vecinos la recorrieron,
se murieron de susto, por las cosas extrañas que encontraron, cuando los vecinos
querían salir no pudieron, porque Rosa había utilizado una de sus magias para
asustarlos y no dejarlos salir.
Cuando
Rosa los vio:
-
¡Oh, oh! Dios mío de
las tres calaveras, entraron a mi casa sin permiso. Entonces voy a maldecir la
ciudad.
El
pueblo donde habitaba Rosa se llamaba Cachiche y la ciudad Ica.
Al
día siguiente…
Uno
de los vecinos de Rosa dijo que quería matarla, ella como era hechicera escuchó
cuando su vecino estaba hablando con Doña Arsenia, la vecina era la más
chismosa de la cuadra.
Rosa
muy preocupada se pone el ojo del gallo cenizo y decide vender su casa, se fue
a vivir al otro lado del río. Ahora todos dicen que es un lugar encantado, ahí se reúnen todas las
brujas los martes y los viernes. Pudo encontrarse al fin con su gran amiga
florentina.
Finalmente,
ambas amigas vivieron felices por el resto de sus días. Aún se puede escuchar
el canto del gallo, en la época de avenida.
LOS ANIMALES TAMBIÉN SE ENAMORAN
Escribe: Shiomara Jazmín
Un día
tan bonito, un niño llamado Francisco se fue de paseo con su familia. Por el
camino encontraron a una señora, un abuelo y tres niños, el niño Francisco se
preguntaba, porqué toda la familia estaba afuera. Al ver la desesperación de
los dueños, se dio cuenta que andaban buscando a su loro Panchito, el animalito
se había escapado.
La familia los quiso
ayudar.
Francisco,
el niño les dijo:
-Nosotros
los podemos ayudar.
La
dueña del lorito, respondió
-
Si claro, no hay
problema…
La
familia de Francisco, descendieron de su carro, caminaron buscando el loro Panchito,
después de andar por lugares inaccesibles y complicados, lograron encontrar
tres zorritos blancos.
Francisco les pregunto a los zorritos.
-
Estamos buscando un loro chiquito ¿no lo han visto?
Y
los zorritos respondieron, si lo vimos con una lora rosada, llamada Isabel, ellos
siguieron y por fin lo encontraron. Grande fue la sorpresa al verlo, Panchito
tenía en su pico una Rosa Roja.
La
señora dijo:
-
Y esa rosa
El
loro respondió:
-
Para mi bella amada
Chabuquita, me voy a quedar, viviré con ella hasta el final de mis días, todos
se rieron y murmuraron.
-
¡Los animales
también se enamoran!
Primer Año "B".....Primer semestre, cuentos presentados por el día del logro.