LOS DIOSES DE LA EDUCACIÓN
La fiesta de las cruces estaban a todo dar, la
gente se divertía en el local de la comunidad. De un momento a otro el cielo
cambió de tono, un color rojizo le dio un aire de penumbra a Flores. La casa
del saber fue atacada por una bestia extraña de enorme cola y orejas gigantes.
Todo el magisterio del Nivel Secundaria laboraba en modernos salones de color
azul y blanco, la infraestructura reconstruida estaba equipada con tecnología
de punta, un error cibernético en sus laboratorios de informática trajo al
demonio desde Países Bajos.
Apareció entre los cerros que circundan el
apacible pueblo, ella despedía fuego entre sus piernas. Ni bien comenzó a
tronar el Cerro Patrón la docente Isabel empezó a rezar con una inmensa
devoción, su fé era incalculable, el maestro Richard trabajaba una fórmula en
su laboratorio para derrotar al tremendo animal que amenazaba a cada paso,
Exilda Farfán docente del lugar tacleaba a la horrenda criatura. El más
valiente Manuel Zumarán se preparaba para enfrentar al demonio, colaborando con
su entrañable amigo José Cuzcano baja del tercer piso, al centro de información
lo llamaban “la nube”, trae consigo una armadura romana, hecha con el oro de la
Ollería y le entrega a Zumarán.
Cuando se encamina al lugar el Profesor Manuel
dispuesto a pelear con el demonio, se da cuenta que ha perdido el obsequio.
Entonces anticipándose en la lucha el docente Chuquillanqui, comienza a lanzar
químicos desde su laboratorio de Ciencias, ya apegado al micrófono el Yachachiq
Ladislao desconcentra al animal con su melodiosa y angelical voz. Zumarán
desesperado ya no tiene esperanzas.
Entonces el cielo resplandece, la luz brilla en el cielo y aparece la regla del
Maestro John, el gran matechévere no
quería estar ausente en esta lucha, entrega su famosa regla que años atrás la
usaba en el salón, aquella que dejó cojo al estudiante Cardozo cuando no
resolvió un problema de aritmética. Tocándole los bigotes le dice.
-
Manuelito úsala como espada te va
ir muy bien, suerte…
Desde la primera cruz, el auxiliar se encuentra
lanzando los cuadernos de control, los
pequeños cuadernillos vuelan como cuchillas por el aire y llegan a cortar los
brazos de la criatura. Al ver al demonio sin brazos Zumarán traspasa el corazón
del animal. Por último, ocurre algo importante, el Director Alzamora se saca
por insistencia de la población los lentes negros, con la vista de medusa
convierte a la criatura en piedra. Quedando su frente retratada en la mitad del
cerro.
Hoy en la Institución Educativa Jésús Divino
Maestro se han hecho estatuas a los
maestros, por su lucha contra la ignorancia, son leyendas en esta parte del
mundo, son los dioses de la educación.
Francia Chumpitaz, Iker Moisés