Introducción
Muchos peruanos no saben que
el rechazo a Minas Conga, vista en la última manifestación en Cajamarca,
iniciada con el paro del 24 de noviembre del 2011[1],
no es reciente; pues todo comenzó con la producción de la primera barra de oro[2] el
7 de agosto de 1993. Muchos “políticos” y a otros yo les llamaría politiqueros
han intentado dar alternativas de solución, carentes de toda posible aplicación
práctica a esta gran problemática, sin embargo las verdaderas soluciones en
base a conocimientos científicos propuestas por unos pocos valientes han sido
dejados totalmente de lado. Por lo tanto, el presente trabajo tiene como
objetivo principal insistir en la solución técnica-científica hasta la fecha
despreciada por ambas partes (por un sector del movimiento social y por el lado
de Minera Yanacocha-Newmont) para encontrar una solución al conflicto en curso.
Lamentablemente por razones
históricas en el Perú los buenos técnicos y los buenos científicos no son
escuchados ni tomados en cuenta para dar su opinión acerca de la problemática
del agua. Existen solo cinco profesiones que deberíamos incluir en un debate
científico (los ingenieros civiles, agrónomos, mineros, ambientales y
biólogos). Las demás profesiones están casi de adorno[3]cuando
lo que buscamos son soluciones a los problemas causados por la tecnología
minera empleada por Yanacocha, luego vienen las decisiones políticas. Un
bonito ejemplo podría ser: un ingeniero civil no está facultado ni preparado
para practicar una cirugía plástica a un paciente, ya que esto es un tema que
solo puede ser resuelto por un buen médico cirujano. Sin embargo, un ingeniero
civil sí ha recibido una formación para entender los procesos técnicos que
engloba desde cuándo y cómo aparece el agua en una cuenca de la región andina
hasta cómo captarla y procesarla para
convertirla en agua potable. Su capacidad técnica y su análisis le permiten al
ingeniero seguir los procesos y protocolos
tecnológicos y científicos adecuados, e
ingeniarse en superar alguna dificultad para lograr el objetivo
de obtener agua de buena calidad y sobre todo accesible para todos. Además se
debe de agregar que la ciencia es exacta para determinar la
cantidad y calidad del agua, pues como ciencia misma y al seguir un método
riguroso (conocido formalmente como método científico) no caben las dudas ni
discusiones bizantinas en el resultado final obtenido.
Todos estos años la
discusión se ha centrado erróneamente en la parte religiosa, legal, económica,
literaria, de ciencia ficción, por lo que hasta el día de hoy no tenemos el
resultado que todos los peruanos hemos estado buscando: una solución real y a largo plazo,
y no una simple solución que estos politiqueros
quieren, la cual además salta a la vista que es de corto plazo. Lo que
pasa en Yanacocha, su método a tajo abierto, usando el cianuro tóxico para
atrapar al oro, contaminando el agua y destruyendo la misma fuente , es
inaceptable y exige primero una confrontación directa, pero no de ideas vagas
sino de ideas con pruebas científicas que las respaldan y que además muestren un
resultado unánime: Que esta mina sí contamina y que igualmente destruye nuestras
fuentes de agua; sin embargo, esta descarada minera afirma que apenas
impacta al agua y al medio ambiente, o sea se presenta como una minera
inocua , que no hace daño.
Este trabajo demostrará en
las siguientes páginas lo falsa que es esta “inocente minera” para
desenmascarar todo este andamiaje montado que dice a todos que son una minería
responsable y que respeta al medio ambiente. Uno por uno se explicará las siete
mentiras vertidas a lo largo de las últimas dos décadas por esta
empresa minera transnacional de origen norteamericano.
¿Hay soluciones
técnicas-científicas frente a esta problemática? ¡Sí, las hay! El “hilo
conductor” o Leitfaden del presente
trabajo es contribuir a encontrar estas soluciones técnica-científicas en el
sector minero, desterrando los actuales procesos destructivos y contaminantes.
El autor en el concepto económico – bajo ningún punto de vista- está en contra
de la inversión privada, pero se debe respetar y aplicar el mejor
conocimiento técnico-científico avanzado, aquel que cuesta más, que el actual.
Tarea difícil, pero no imposible.
La causa del conflicto
cajamarquino está en la tecnología arcaica. En este segundo tomo se usó la información disponible desde mediados del
año 1999 y algunas publicaciones van hasta el año 2013. En el tercer tomo que
tratará la vigencia del amplio y vigoroso
movimiento social de Cajamarca se narrará minuciosamente la histórica
defensa del mítico Cerro Quilish (2004).
Adicionalmente, algunos datos serán actualizados sobre la contaminación
reciente.
[1] Este paro
fue convocado por la Coordinadora de los Frentes de Defensa que aglutinaba a
las ocho provincias Cajabamba, Cajamarca, Celendín, Contumazá,
Hualgayoc-Bambamarca, San Marcos, San Miguel y San Pablo.
[3] Subrayado en negrito es nuestro y
sigue además en todos los capítulos.
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