sábado, 16 de agosto de 2025

NO PUEDO TRABAJÁ

 




NO PUEDO TRABAJÁ

En Flores hasta ahora se labra la tierra con el arado, se ata a los yugos y son jalados por yuntas de bueyes. Los yugos se aseguran con las coyundas.

Rey Grillo, apelativo de un hombre bajo, robusto y alegre, era diestro haciendo yugos de sauce. Había trabajado duro y parejo para cumplir con los hacendados de Cañete, como no encontraba movilidad para transportar los yugos de Flores a Cañete, se fue a Mala. Ahí habló con un moreno, chofer de un camión que se mostró remolón a su petición.

- Señó hoy no puedo trabajá, porque mi carro no tiene gasorina.

- ¿Si le consigo gasolina me hace la carrera? preguntó Rey Grillo.

- Vea uté , respondió el moreno.

Inmediatamente, buscó gasolina, cuando la trajo el moreno echó el combustible al camión y se puso al timón, Rey Grillo creyendo que iba a arrancar se sentó junto al negro, como demoraba le preguntó.

- ¿Por qué no arranca?

- Porqué no puedo trabajá ¿No ve questaora noé tomao resayuno?

Entonces lo llevó a un restaurante a tomar desayuno, vió que se aproximaba el mediodía y se dijo: Mejor almorzamos.

Viendo que se pasaba el tiempo, Rey Grillo le pidió ir a Flores para cargar los yugos, porque no iba alcanzar a repartirlos. El moreno volvió a negarse.

- ¿Cómo cré uté que voy a trabajá con el etómago lleno?

Rey Grillo no insistió, pero consiguió ir al siguiente día temprano a Cañete.

 

viernes, 8 de agosto de 2025

SERRANO PARECE QUEA ENTRAO A TU HUETA

 


SERANO PARECE QUEA ENTRAO A TU HUETA

Cabalgando un caballo alazán, a trote lento, llegaba don Cayetano a la Escala Baja de Mala. Iba con dirección a su huerta de plátanos.

Estando cerca, se encontró con Prancho, un negro que tenía su rancho junto a su huerta, como eran vecinos y él venía de Flores, le encargó que de vez en cuando diera un vistazo a su parcela.

No sospechaba que el negro le cortara los racimos o cabezas de plátanos, como se dice por el norte de Cañete. Lo hacía por necesidad y con disimulo , para no darle cólera, porque el terrenito que cultivaba y el jornal que ganaba en la hacienda no le alcanzaba para mantener a sus trece hijos. Tampoco Prancho se imaginó que precisamente ese día, iba a venir don Cayetano a su propiedad. El negro horas antes le había cortado unas cabezas de plátanos. Estaba pensando que Don Cayetano se iba a dar cuenta del robo, por los cortes frescos que estaban a la vista.

No le quedó otra cosa, que desvirtuar sus sospechas mintiendo.

- Tano, Tano...acabo de pasá po tu hueta y...me parece. Fingiendo preocupación enmudeció.

- ¿Qué pasa Prancho?

- Serano parece quea entrao anoche a tu hueta.

- No lo puedo creer ¿No has estado anoche en tu rancho?

- Sí, pero llegué a merianoche.

- Está bien, no te preocupes.

Don Cayetano corrió a todo galope y entró precipitadamente a su huerta, comprobando el corte de las cabezas de plátanos. Sospechando ahora en el negro Prancho, seguro que las tenía todavía en su rancho, antes que las venda, fue en su búsqueda.

Al tocar la puerta de Prancho, salió a recibirlo uno de sus hijos, que sabiendo del robo hecho por su padre, trató de ocultarlo diciendo:

- Don Tano, miapá noá robao prátano de tu hueta.

Con lo que la sospecha quedó confirmada, sin pérdida de tiempo ni permiso, don Cayetano irrumpió de golpe la puerta del rancho, hallando en el interior las cabezas de plátanos recién cortadas.

(José García Conde- Relatos Florinos)

 

Entrada destacada

TODOS LOS SANTOS EN FLORES

  TODOS LOS SANTOS EN FLORES (El bebé que espantó a los muertos) Doña Luciana se encontraba cociendo en casa, tenía varios pedidos para ...